30 de juny, 2007

Filmes Mondo

Christer Persson
Copyright Violent Vision sitio dedicado al cine underground

¿Qué es una película MONDO, cuáles son sus componentes?
Bien, la excepción confirma la regla, pero hay algunos componentes que están presentes, no en todos, pero sí en la mayoría de estos filmes. En esta nota acerca del género mondo, he elegido los siguientes componentes básicos de todo buen filme mondo:

Compilación
Educación
Exploitation
Narrador
Reconstrucción
Snuff
Reality TV

El género usualmente llamado "Mondo" no fue inventado de la nada en los años '60, así que este artículo se iniciará con una corta descripción de los primeros filmes de sensación, aquellas películas que influenciaron al género mondo de una u otra manera. Luego sí, examinaremos las películas mondo, a través de sus distintos componentes. Hacia el final del texto discutiremos también sobre el fénomeno de las películas Snuff, la llegada de las películas mondo hacia nuestras pantallas televisivas a través de los reality shows y finalmente algunas reflexiones personales. Por supuesto este no quiere convertirse en un artículo definitivo sobre la materia

Cinema Mondo
Desde el mismo naciemiento del cine, los accidentes y las muertes estuvieron presentes. A pesar que se las cree un fenómeno moderno, las películas mondo han tenido sus raíces en los inicios del cine documental de los Hermanos Lumiere, en 1895. Sus primeras películas contenían hechos triviales, un minuto de pura realidad: un bebé comiendo su papilla, un tren llegando a una estación, un bote dejando el puerto, los obreros saliendo de la fábrica... Sin embargo, a medida que el progreso del nuevo siglo llegaba al medio, varios fotógrafos fueron enviados a captar a través de las lentes de sus cámaras todo tipo de sucesos o secuencias que pudieran atraer a las audiencias. Y así comenzaron a desfilar por las pantallas las realezas y muchas celebridades, aunque también hechos más oscuros, como decapitamientos, ahorcamientos y uno o dos filmes hardcores, con los cuales, en última instancia, el creciente y demandante público quedaba feliz (al menos por un rato). Uno de los primitivos ejemplos de película mondo, en mi opinión, es aquel filme de J. Stuart Blackton y A.E. Smith sobre la batalla de la Bahía Santiago. Estos arriesgados pioneros fueron quizás los primeros en acarrear una cámara en una batalla, y exitosamente captaron el ataque de las tropas de Teddy Roosevelt a San Juan, durante la conflagración entre España y los Estados Unidos en Cuba, en 1898. De regreso a Nueva York, leyeron con asombro en los periódicos que una gran batalla se había librado en la bahía Santiago. En un principio se lamentaron de haber perdido la oportunidad de inmortalizar esta épica, pero luego se les ocurrió una idea bastante innovativa: compraron algunos libros con ilustraciones de buques, varios cigarros, algo de pólvora y llenaron un tacho con agua, convirtiéndolo en la Bahía Santiago. Recortaron algunas imágenes de barcos y las montaron en la escena con unos hilos. Un muchacho les ayudó fumándose los cigarros y soplando el humo en el set, y enciendiendo la pólvora. El metraje filmado, montado junto con las imágenes tomadas en Cuba (de calidad inferior), engañó al mundo entero con lo que fue una de las primeras reconstrucciones en la historia del cine.

A medida que pasaba el tiempo, las audiencias de principios de siglo se encontraron con un nuevo género para amar: las películas de viajes (travelogue). Fueron documentales de, vamos a decir, Africa y Papua Nueva Guinea. Bestias exóticas, luchando codo a codo con los nativos, y si uno tenía suerte, el nativo también podía llevar a cabo algún acto de canibalismo. Algunos de los mejores filmes de esta especie pertenecieron al matrimonio de Martin y Osa Johnson, cuyos exitantes títulos podían ser HEAD HUNTERS OF THE SOUTH SEA y AMONG THE CANNIBAL ISLES OF THE SOUTH PACIFIC. La gente salía conforme de las salas, y ¿por qué no? Muchas grandes ciudades tenían un zoológico en el que filmar de cerca a las criaturas salvajes. Este metraje luego se podía adosar a cualquier conjunto de imágenes exóticas. Grandes eventos como la Guerra de los Boers en África y los amotinamientos en la China fueron producidos y filmados en Europa y América. Y a nadie pareció importarte tal cosa. Los productores ciertamente obtenían ganancias y la audiencia la acción por la cuál pagaban. Y así fue, durante mucho tiempo, hasta que en 1962 todo cambió.

Mondo Cane
Gualtiero Jacopetti y Franco Prosperi estrenaron su inigualado MONDO CANE en 1962 y a partir de este momento tomó forma un nuevo standard para el género que sería conocido como Mondo. MONDO CANE fue, es, una visión de lo bizarro, lo raro y la belleza sobre nuestro mundo. Una excelente fotografía, un tema musical que ganó un Premio Oscar, el filme se convirtió en un bien merecido éxito en todo el planeta. Y con tal suceso, fue solo cuestión de tiempo que diversos productores comenzarán a capitalizar el nuevo boom del cine mondo. Lo que hizo una delicia de MONDO CANE fue el montaje. Los realizadores hicieron un vuelo textual a través del filme y el público es guiado de un lado del mundo al otro en cuestión de segundos. Como la escena del Cementerio para Perros de Pasadena, donde yacen las patéticas mascotas de las celebridades, en que se pasa rápidamente a Taiwán, donde se nos muestran los famosos platos de perro asado. El filme entero opera de este modo, y los cambios repentinos varían el asunto entre lo gracioso y lo bizarro. Un verdadero clásico en todo sentido. Es interesante ver asimismo como impactó el término "Mondo" de manera instantánea. "Mondo" es la palabra italiana para "Mundo" y Mondo Cane significa "Mundo Perro". Y el perro es la cámara que olfatea en los callejones y acequias del mundo, filmando todo desde un punto de vista animal. Así que además del título de una película, se convirtió en el de un género entero. También se convirtió en una advertencia, un aviso de sexo y de los confusos años '60, los cuales fueron tema de gran parte de los filmes. Más tarde, con el éxito comercial de una cierta DEEP THROAT (Garganta Profunda) todo cambió de nuevo. Ya los filmes mondo no atraería al público mostrando nativas en topless, no, sería tiempo de elevar el volumen a once, si es que entienden lo que digo. El último tabú, que siempre había estado desde el nacimiento del cine, se hizo más oscuro y espantoso, y a todo color: la Muerte. Si el sexo ya no congregaba, la muerte siempre vendía tickets. Así que al final de los '70 las infames FACES OF DEATH (Rostros de la Muerte) llegaron para superar en algunos casos (Japón, según varias fuentes), las recaudaciones de taquilleros como STAR WARS. Y con las videorreproductoras establecidas en casa como un electrodoméstico más, a mediados de los '80, los videos de compilaciones titulados DEATH SCENES y TRACES OF DEATH comenzaron a inundar el mercado.

Compilación
Una película Mondo es en casi cada uno de los casos, un filme de compilación. Está hecho con pequeños fragmentos y secuencias de distinta índole. Algunos giran sobre un continente, otros sobre una materia específica. Algunas veces los productores / directores hacen todo el material ellos mismos, y otras veces los filmes son ensamblados con material de noticias antiguas. Las espeluznantes DEATH SCENES de Nick Bougas son un poco diferentes dentro del resto. Aunque poseen algunas de las más violentas escenas jamás vistas, nunca parecen proceder a la explotación del asunto. Y conteniendo mayormente imágenes en blanco y negro, tienen alguna reminiscencia del libro "Hollywood Babilonia" de Kenneth Anger. El título es por lo general muy útil a la hora de comprender el contenido de la película, y uno no necesita mucha imaginación para captar las tramas de titulos como SHOCKING AFRICA, THE KILLING OF AMERICA, DEAHT SCENES y cosas por el estilo.
Educación
Otro aspecto relevante del género mondo es que realmente intenta que el público de turno aprenda algo, como por ejemplo algo de etnografía a través de la exhibición de las costumbres sexuales de los nativos, y sus diferentes maneras de encarar la muerte. La única diferencia real entre los filmes Mondo y los viejos "travelogues" consiste en que los primeros son un poco más explícitos y no arrugan al momento de mostrar las escenas más duras. Aunque, desde otro punto de vista, tenemos la sueca LUCKY PEOPLE CENTER INTERNATIONAL, que es tan inusual como las escenas felices que tiene. Tal y como MONDO CANE, viaja a través del mundo, hablando con diferentes personas acerca de la vida, la muerte y el ritmo global que parece existir. Bellas imágenes, un soundtrack alegre, cuidado montaje y entrevistados realmente originales, es el filme mondo más original desde MONDO CANE. Y eso que se pensaba que el cine mondo no tenía nada que ver con la danza, más que con la danza de la muerte.
Hablando de filmes educacionales, es difícil no mencionar a los viejos filmes Drivers Ed, producidos en los Estados Unidos a partir de los '50. El fotógrafo Dick Wyman seguía a las ambulancias y lograba escenas realmente atemorizantes, con cadáveres crispados por las llamas, seres humanos convertidos en una pila de carne y hueso y cosas difíciles de traducir en letras. Él editó las escenas y las montó en filmes como WHEELS OF TRAGEDY, OPTION TO LIVE, THE THIRD KILLER y el más famoso de todos, SIGNAL 30. Las películas fueron utilizadas para aleccionar a la nueva camada de conductores norteamericanos sobre que la velocidad realmente mata. Y dada la crudeza de las imágenes, realmente habrán servido de ejemplo. Varias escenas de estas películas fueron vistas en filmes mondo, algunas veces solo por su contenido de sangre y tripas. Nick Bougas incluyó SIGNAL 30 en su DEATH SCENES 2.

Exploitation
Muchas de las secuencias incorporadas en estos filmes, especialmente aquellos producidos en los años '70, son de tal crueldad que, a excepción de casos aislados (NdT: Recuerdo haber visto por televisión uno de estos filmes THE KILLING OF AMERICA), jamás han sido emitidos por TV. Este es un aspecto interesante del género, ya que algunas escenas de estos filmes pueden ofender la sensibilidad de las audiencias. Mucho del material proviene del Tercer Mundo, y estos filmes han sido más de una vez tildados de racistas por el tinte colonialista de sus mensajes. La apariencia exótica de los primeros filmes cambió por un aspecto más problematizado, y el mejor ejemplo es AFRICA ADDIO de Jacopetti y Prosperi. AFRICA ADDIO iba a ser el MONDO CANE 3, pero ellos se vieron de pronto atrapados en una guerra civil y, siendo los únicos periodistas occidentales en el territorio, se dedicaron a documentar ejecuciones, revueltas y otras horrorizantes escenas. Más tarde se vieron acusados por un periodista italiano por haber pospuesto una ejecución a causa que la luz no era buena, sin embargo esta historia nunca fue confirmada. Para el público occidental era también seguro presenciar este tipo de acciones que tomaban lugar en otras culturas desde la comodidad del sofá hogareño o en la tranquilidad colectiva de la sala cinematográfica. Ciertamente había muchas escenas de pura exploitation y crudeza, pero el mensaje final nunca era que el mundo no era un lugar feliz.

Narrador
Cuando las películas de hoy son hechas por fragmentos y escenas sueltas, un narrador es necesario y útil como guía para el espectador a través de los diferentes escenarios. Supongo que todos hemos visto la macabra aparición del Dr. Francis B. Gröss en las primeras tres FACES OF DEATH y nos preguntamos cuál era el propósito de los productores en contratar al extraño actor Michael Carr como el bueno del doctor. ¿A usted le gustaría ser examinado por este galeno? De todas maneras, por encima de este freak, otros actores más prominentes como Orson Welles, Glenda Jackson y Cameron Mitchell (?) han realizado sus voice-overs para estas películas. Aunque la mejor opción de narrador debe ser el del primer filme de DEATH SCENES de Nick Bougas, el finado Dr. Anton Szandor LaVey quien nos habla de manera suave sobre los cientos de fotografías en blanco & negro.

Reconstrucción
Lo que parece el componente más bizarro de este género es la crudeza y lo sangriento de las escenas auténticas, aunque en muchos casos son reconstrucciones. Es difícil decir en que casos son una u otra dentro de las numerosas escenas de los filmes mondo, pero creo que en muchas de las secuencias pretendidas auténticas hay reconstrucciones, pero pasadas tan rápido que el espectador no tiene tiempo de comprender lo que realmente pasa. Algunas veces el narrador nos explica lo que sucede, y algunas veces la escena es repetida una y otra vez hasta que el espectador termina integrándose con la acción. Entonces digamos que, haciendo una reconstrucción, el realizador puede figurar mejor la acción al espectador. No es solo la parte más horrorífica de la película, sino que también se le da la oportunidad al espectador de tener un principio, un nudo y un desenlace, al mejor estilo Hollywood. De esta manera nos figuramos un desenlace, que puede ser de triunfo o de derrota, una resolución de una acción, más que la visión de la consecuencia final. Con el material auténtico, la gente saltando de los edificios en llamas, quedando atrapada bajo los hierros retorcidos de los automóviles y demás, son hechos demasiado rápidos para que el ojo humano pueda comprenderlos. Cuando hablo con gente que ha visto mondofilms, ellos siempre recuerdan las reconstrucciones, ya que son aquellas escenas que más tienen sentido para ellos. Como la escena del cocodrilo en FACES OF DEATH. Si uno sabe un poco acerca de como están hechas las películas, no hay manera de embromarlo por esta patética reconstrucción, pero si el espectador no está acostumbrado al género, entonces quizás cierre sus ojos cuando el horror comienza. Como dijo Lars Von Triers en una de sus palabras finales en THE KINGDOM: "Es cuando cerramos los ojos donde el horror comienza". El material falsificado en el género mondo es por demás uno de los aspectos más fascinantes de todos.

Snuff
¿Son las películas mondo filmes Snuff? La respuesta simple a esta pregunta es ¡no! Una película snuff es una producción comercial con actores que son asesinados en la película. La crudeza de sus contenidos y que en sean mostradas muertes reales no convierte automáticamente a una película en snuff. De acuerdo con algunas fuentes, hay una gran cantidad de películas snuff, especialmente en Asia, y de acuerdo con otras, nunca se ha producido ninguna película snuff, ya que son solo un mito. Filmes como CANNIBAL HOLOCAUSTO de Ruggero Deodato han tenido siempre aparejados rumores de asesinatos reales. Sin embargo los únicos asesinados fueron animales, y no seres humanos. Los últimos filmes rotulados como una especie de Snuff fueron los de la serie japonesa llamada Guinea Pig (NdT: Conejillo de Indias), principalmente FLOWER OF FLESH AND BLOOD. Una hora de destripamientos y torturas, de seguro no aptas para débiles o sensibles, pero de hecho, filmes de ficción en los que nadie salió lastimado o herido. Cuando el actor Charlie Sheen lo vio, de inmediato lo entregó al FBI, quienes iniciaron una investigación. Con la ayuda de un cierto Chas Balun y algo de efectos especiales, la película se reveló como solo una obra de ficción, y a su estreno en Laserdisc, le fue adosado un "Making Of". En 1999, en Suecia, la misma película fue objeto de pesquisas policiales y un abogado clamó que al ver la película pensó que iba en serio, y que "He visto parte de la película, no pude aguantarla toda ya que era muy horrible". Estaba claro que él no estaba entre aquellos a los que el realizador destinó la película, ¿verdad?

Reality TV
Gracias a la televisión de hoy en día, tenemos filmes mondo directamente en nuestro hogar. No es bajo el rótulo de mondo, sino bajo otros títulos, tales como THE WORLD SCARIEST POLICE SHOOT-OUTS, EYEWITNESS VIDEO, COPS y la lista continúa. Estas series incorporan y utilizan extensivamente la misma materia prima y psicología cinemática que los filmes mondo, solamente que sin el grafismo de sus primos cinematográficos. Pero ahí están después de todo, es todo real. La misma gente que predican sobre los peligros de la violencia en las películas y quienes temen los especulados filmes snuff, van a su casa y podrían tranquilamente mirar estas series que ciertamente son reales y pueden ocurrir justo fuera de sus casas. Es un poco confuso que todo un género de películas sea usualmente subestimado como explotativo y peligroso, y que al mismo tiempo nos visite en nuestros hogares diariamente a través de estos shows, sobre los que no se levanta nunca ninguna discusión pública.

¿Usted vio algo que le guste?
¿Por qué estas películas son producidas? Hay una sola respuesta a la pregunta y es que la gente quiere verlas. La gente ama ver cosas peligrosas en un ambiente controlado. Para probar sus límites y satisfacer la curiosidad sobre la cruda naturaleza de los seres humanos. Algunas veces no interesa si la escena es una reconstrucción o no, la pregunta es más como justificar el verlas. La prioridad de la película es mostrar documentos sensacionales y emocionar al público. Esta cínica y misantrópica manera de cinematografía ha hecho que muchos espectadores den la espalda a estas películas. Y cuando esto ocurre, algunas personas se ven atraída por la misma razón. Ya que yo mismo he visto una o dos películas de horror, cuando cambio películas he comprobado que casi cada lista que me llega, tiene uno o dos filmes del género mondo. Parecería que los fanáticos del horror se han hecho afectos a estas películas. Y en una sociedad donde clowns estúpidos como Marilyn Manson pueden ser famosos, no debería sorprenderme si estas películas llegarán nuevamente a un pico de popularidad. Pero, ¿cómo se siente uno cuando mira, digamos una autopsia? ¿Se siente enfermo? ¿Se siente excitado? ¿Se siente fascinado? ¿Se justifica realmente filmar un cuerpo humano cuando se le quita su última integridad (la piel)? Una cosa es segura, estos filmes y sus contenidos siempre seguirán fascinando a la gente. Con al extensión de la World Wide Web (el mismo lugar donde usted está leyendo esto), las películas y las imágenes siempre estarán disponibles para cada uno que lo desea, y uno solo tiene que preguntarse una cosa, ¿se siente interesado?

Un hombre de treinta años pide la palabra

Ante la Asamblea de los hombres ilustres
bajo el sol de este otoño dorado
con paso quedo y en mis ojos de tigre la justicia
sencillamente sin alharacas con lumbre apasionada
presento mi denuncia.

Vengo a hablar en nombre de los que tienen treinta años
de los que desde la cumbre de su juventud perdida
contemplan los restos del humano naufragio y el desorden del mundo
y en nombre de sus traiciones muertas yo os acuso, oídlo bien, a todos.

A vosotros: Ancianos que os dormisteis en el vals indefinido del idiota progreso
con un tufo burgués adocenado y falso y comíais chuletas bien sabrosas
mientras bajo vuestros galanteos tontos aullaba ya la boa viscosa
de la lucha terrible y el hambre por las calles en llamas:
en nombre de mi generación yo os acuso.

A vosotros: hombres de la entreguerra
que pisoteasteis impotentes la sonrisa de un niño
que quería nacer de tanta ruina ya
que olvidasteis demasiado pronto el llanto de los soldados
que bailasteis demasiado bajo las farolas borrachas de las huelgas
el charlestón y el sintrabajo
y que os regocijaba hasta el espasmo híbridola velocidad la prostitución la gran juerga social o totalitaria o aun parlamentaria democracia
y qué sé yo cuántas cosas más en la media cabeza del fiero agente de negocios
sin adivinar que las ciudades ofrecerían blancos tan hermosos
tan concretos para que un obús perfecto de la supertécnica
aplastara aquellas ilusas panaceas
en un charco de sangre donde iban a flotar pisoteadas
vuestras violadas vírgenes entre billetes inútiles de Banco
y que en el reloj del escaso hombre
ya no quedaba sino una media hora de vida suficiente
para fumarse un cigarrillo y yacer bayoneteado
por las inmensas llanuras entre escombros de tanques:
en nombre de mi generación yo os acuso.

A vosotros: los poderosos energúmenos los grandes señores de la culpa
los que con vuestra codicia más enorme aunque el cielo de tal hipocresía
arramblasteis con la mejor rapiña en el río revuelto
y que no fuisteis para vuestros hermanos
sino hoscos verdugos con sonrisa de lobo
y una estela de odios encendidos dejasteis
para mil años que vinieran y más:
en nombre de mi generación yo os acuso.

A vosotros: los universitarios sabios de la Luna los artistas leprosos
que fuisteis presa
por cobardes nefastos insípidos
por permitir que el espíritu fuera apresado como una zorra vil
en la trampa de los grandes capitanes de papel:
en nombre de mi generación yo os acuso.

A vosotros: los violetos los idealistas de la muerte
los que sumisteis al mundo en un fragor de horrores
creyendo crear un nuevo sol con vuestra pobre bola de sebo:
en nombre de mi generación yo os acuso.

A vosotros: los anónimos peones del salario misérrimo
que os abandonasteis en el sopor brutal
del vinazo y la patata cocida
a los que os entregasteis al fútbol y a los semanarios de crímenes
para no pensar
a los estudiantes irresponsables que gritaban heridos sin saber por qué
a los pacifistas enclenques que cerraban sus anos ante la tomadura de pelo
a los espirituales estómagos que nos hablaron tanto del infierno
a los profetas de grandes paraísos de chatarra
a las mujeres sin vergüenza que no querían parir hombres
a los indiferentes que tan sólo soñaron con sus bolsillos miserables
a los que con la flor en el ojal jugaron al ensayo
a los complejos sexuales a la pederastia
a la morfinomanía a la aventura política de porrazos y tente-tiesoperdidos
putrefactos podridos de civilización de asco y de cine barato
estuvisteis malditos estaréis corrompidos por los siglos de los siglos
fuisteis rebaño propicio
cuando llegó la gran merienda de los ultimatums
lo mismo que lo seríais si tal momento llegara de nuevo
como parece ser así:
en nombre de mi generación yo os acuso.

Pero fuimos aprendiendo vuestra lección paso a paso:
cuando teníamos quince años cuajó en noches de terror y de asombro inaudito
entendiendo que ser hombre era estar dispuesto a sacar de la cama a su hermano
y asesinarlo cobardemente al borde de un camino
cuando teníamos veinte años supimos que era lícito todo
hasta destruir millones de inocentes por el hambre y el fuego
cuando teníamos veinticinco años conocimos también
que el perdón es inútil y los sueños más nobles
se pierden en el tiempo como un soplo de humo
y ahora con nuestros treinta años hemos comprendido tantas cosas...
tantas cosas que nos duele duramente aquí dentro
y que si tuviéramos que confesarlas moriríamos
de vergüenza y de rabia.

¡Ah! y de nuevo las bombas acechan nuestras pobres carnes maduritas
para sacrificarnos junto a nuestros hermanos más jóvenes
a quienes damos la mano en la tiniebla que golpea las persianas
de los que están de pie con estatura de despiertos.
Por todo yo protesto. Yo os denuncio. Yo os acuso.
Cogeré mi mochila con mi cara de cura
si me dejáis con vida
y huiré a las sagradas colinas junto al mar inmensamente nuevo
a leer a mis poetas chinos preferidos
y que el mundo tiemble por vuestros pecados y se arrase
mañana por la mañana.

Miguel Labordeta

El dia que sí

— Quant.
— Marxes?
— Sí.
— Com és?
— No ho sé. Tinc una nit estranya.
— Deixa-ho.
— No, digues.
— Quatre trenta.
— Va bé.
— Demà?
— Sí, demà.

Tot és sortir del bar i el fred defora com només a la ciutat.
Hi ha cerveses que a l’hivern no tenen el mateix sabor. La segona, la primera no. Un sabor agre, antic, sense hòstia. Potser és cosa del gas. O del cansament. No és que sigui desagradable, però el fa sentir estranger.
Decideix no donar-hi més voltes: té una nit estranya i prou. Ara el que toca és accelerar, allunyar-se del bar i engegar-ho tot a la merda per cinquena vegada en el que va de dia.

Un dia, perquè sí, citarà un client al bar. Li diu sempre a la Joana: els dinars de feina no funcionen, de nit es pensa diferent. Ella és una bona persona. Fa dos mesos ja que li diu que està a punt d’entrar en ratxa, que comença a assemblar-se al de sempre, que avui sí. Però no. Així que el citarà al bar i el convidarà a una cervesa, si té sort a una d’aquestes que a l’hivern et fan sentir estranger. Després, mentre l’acompanya a cridar el taxi, farà que es passegi per aquests carrers del barri que ressonen a la nit quan no hi passa ningú.

En tombar per l’avinguda, uns esgarips el fan tornar en ell i mirar amunt. Damunt les teulades de la Bauman, una anciana desesperada i boja li udola a la lluna esquinçant la ciutat amb el seu dolor.

— Pietaaaaaaaat! —brama la vella—Pietat de miiiiiiiiiii! Pietaaaaaaaat!

Si tan sols pogués fer-li veure això al client. Si tan sols pogués contemplar-ho des de la finestreta del taxi. No en un dinar de feina ni en inútils circulars corporatives sinó en tombant l’avinguda del barri i mirar amunt la vella que udola.

Aquell serà el dia que sí.

Ramonet

“Tinc quaranta anys, i ja he vist alguns cadàvers;
ara prefereixo evitar-ho.
Per això mai no he comprat un animal domèstic”
Plataforma, Michel Houellebecq

Tenia un periquito que es deia Ramonet González no sé què més.
Ramonet pel meu millor amic d’aleshores, González i no sé què més en nom de segons i tercers en discòrdia (raquític costum infantil d’equilibrar homenatges sense cap més raó que el pur equilibri), plomatge groc clar, una blanca anella de calç al naixement del bec, ulls foscos esfèrics evidenciant aquesta certa indolència que és pròpia als animals menors.
El teníem reclòs en una gàbia de fil ferro modelat i sòl plàstic, blau, cobert de grava blanca per quan feia les seves cagadetes. Al sostre alàmbric de la gàbia hi penjaven un gronxador rudimentari i un bloc compacte de guix per a què es treballés la descalcificació del bec quan li vingués de gust.

Ramonet era una fera de personalitat contundent i maneres esquizofrèniques.
Si introdueixes el dit entre els barrots de la gàbia, el gruix dels periquitos te’l pessiga amistosament. Però Ramonet desconeixia els bons sentiments: ell no pessigava, cometia agressions. Perpetrava les seves escomeses entre xisclets de sadisme i rauxa tot deixant el palpís del dit encetat, adolorit, com si haguessis masturbat pedra tosca. És per això que ben aviat ens va deixar de fer gràcia introduir el dit entre els barrots.
Ramonet tenia una debilitat malaltissa per la forma musical. Tot era el meu pare fent sonar qualsevol cosa a la cadena del menjador, el Pere de Prokofiev o la Júlia d’Ibáñez, i Ramonet caient hipnotitzat, iniciant endavant i enrere amb el cap una mena de moviments tàntrics, peristàltics, com colom o gallina que camina, en coma induït.
Hom diria que ballava.
També li agradava que obríssim l’aixeta al damunt de la gàbia si s’esqueia el temps: gaudia bevent i remullant-se a raig, playboy plomat amant del confort. És l’única actitud higiènica de Ramonet que aconsegueixo recordar.
Recordo el meu germà i jo mateix jugant al món de la Fantasia i de la Imaginació. La meva predilecta era la Fantasia, no entenia l’apèndix aquest de la Imaginació que ell imposava a sí o sí. Em semblava fútil, mancat de classe, cursi, estúpid, femení. Segons el meu parer, trepidava infinitament més la Fantasia que la Imaginació. Però això era: el món que tot ho possibilitava, que ens permetia transcendir la pantalla del televisor, que encarnava les nostres sèries d’animació preferides, els nostres remots anhels. Era, tot plegat, una tasca de pura construcció, a base de teles i cintes cromades, ferrets, cables i artefactots de diversa procedència. Passava el mateix que amb els magiclics: es construïa, però no s’hi jugava. O, per més precisió, el gaudi (i molts anys després he arribat a entendre aquest principi com un axioma existencial) restava en construir, no pas en aprofitar allò construït. Sigui com sigui, la gàbia de Ramonet sempre hi era, integrada dins el nostre món de la Fantasia i la Imaginació, en un apart moblat a la cua de la nostra familiar sala d’estar.
Ramonet anhelava llibertat i, així que obríem la porta de la gàbia, fugia. De volar en sabia prou, però s’hi guipava poc i topava amb qualsevulla dels obstacles alineats amb el nostre bàndol (aquell dels qui el volíem engarjolat): gerros, quadres, copes de cervesa alsaciana, murs, frontisses. Era una i altra vegada. No tenia aqueixa capacitat proletària que aprèn del primer dels cops que rep contra el sostre del menjador burgès.
Però no, mai no va morir per una topada amb el sostre, no va ser pas una topada el que el va fer morir, sinó l’abuela.

Amb ocasió de les vacances estivals vam deixar Ramonet amb els abuelos. L’abuela era una persona altament expeditiva, i en adonar-se de la manca de criteris higiènics de Ramonet, va optar per ruixar-lo amb insecticida. Això, a mitjà termini, faria molt de mal a Ramonet. De primeres, pioc l’ull dret, Ramonet descobria que la coïssor s’alleujava si gratava fort amb les seves urpes de rosa càrnic i ataronjat. Per tant, això feia, repetidament i obsessiva.
En acabades les vacances, vam recuperar Ramonet, però ja el mal estava fet, l’ull dret romania pioc i les ànsies ferotges de Ramonet de gratar-se eren superlatives, veritable i irreversible addicció orgànica. Dins la seva presó domèstica rebia, matí rere matí, la fe cega de les nostres visites (com va aquest ull, encara es grata, sí, encara, i pateix, com pateix, com) amb una mena de mig esguard escèptic. Si la seva addicció a la picor hagués remès, Ramonet hauria finat els seus dies amb la pura condició més que decent de borni alat. Però Ramonet era ja un sarampiònic ionqui i estava disposat a arribar fins la seva punxada final.

Un matí vam trobar Ramonet amb mig crani esbudellat.
(El crani és el conjunt d’ossos que formen el cap i envolten l’encèfal).

Però era viu.
Semblava ben bé el mateix ocell borratxo i cínic de cada matí, burleta, irreverent, gratant-se i gratant-se i gratant-se (urpes ensangonades de criminal o de suïcida). Era un espectacle horrible i fascinant.
No vam dur Ramonet al veterinari aquell mateix dia. A la meva cèl·lula familiar sempre hem tingut una certa propensió a creure que un percentatge elevat dels problemes de salut es guareixen per generació espontània (és un dels orígens de la meva hipocondria i també de la burda creença occidental en l’homeopatia): Ramonet havia sobreviscut ergo Ramonet es guariria.
Però la ferida al crani no es tancava i Ramonet perdia sang, oli i idees, així que en pocs dies érem al veterinari: una asèptica i sòrdida consulta a la Ronda de Sant Antoni de Barcelona amb el Loquillo i la seva minúscula femella decorant la sala d’espera. Duien a la falda una d’aquestes merdes de gossets dolços, presumptament intel·ligents, fidels i amics, malalt de grip o de quelcom encara menys greu, sense cap cara de morir-se en els propers minuts ni de parar omniplègic com Ramonet. Em recordo d’això perquè aleshores el Loco era ja un far per mi, i perquè més tard he sabut i ratificat que ell i els seus són els autors de, com a mínim, quatre de les onze millors cançons escrites mai en iber.
Quan la tenyida i voluptuosa veterinària va extreure Ramonet de la gàbia i el va prendre entre les seves mans per examinar la massacre, el periquito va patir una aturada cardíaca, tot morint.
Segons la sèrie, allà on un gnom mor hi neix un enorme i savi i majestuós arbre a la manera africana, però com que no es tractava d’un gnom sinó de Ramonet, el vam enterrar al peu d’un arbre de Collserola ja crescut i robust, per fer-ho veure, embolicat, això sí, en un pulcre i impersonal drapet blanc semblant als que emprava fa anys per rentar-me els vidres de les lupes.
Em penso que no el vam visitar mai més.

Avui penso que mai no va arribar al cervell, que aquelles llacunes blanquinoses eren la pell (que és l’òrgan més gran del cos humà i actua com a barrera protectora que aïlla l’organisme del mitjà que l’envolta, protegint-lo i contribuint a mantenir íntegres les seves estructures alhora que actua com a sistema de comunicació amb l’entorn) o el parietal (que és un os del crani pla, parell, de forma quadrilàtera, amb dues cares, interna i externa, i quatre vores amb els seus respectius angles; es troba als costats del crani, rere el frontal, davant de l’occipital i damunt el temporal i s’articula, a més, amb el parietal de l’altra banda i amb l’esfenoide), que és biològicament impossible de practicar-se una autolobotomia sense sedació i sobreviure sense més.
Vull creure-ho, perquè em resulta massa temptador.
I perquè, si haig de ser franc, des que els polls han colonitzat el meu cuir cabellut només faig que pensar en Ramonet. Augmenten dins meu unes ànsies irrefrenables de gratar-me i gratar-me i gratar-me, i m’esgarrifa la possibilitat de llevar-me un dia amb mig cap esbudellat i les urpes ensangonades per descobrir després que allò que hi ha no és només sang o os, sinó trocets petitons d’hipotàlem.
Jo, per descomptat, no patiria una aturada cardíaca si una voluptuosa infermera em prengués entre els seus braços. Però ni em restaria el consol de finar els meus dies amb la pura condició més que decent de borni alat (ni tinc ales com els àngels ni ulls laterals dessota el parietal per rebentar-me’ls tot gratant) ni, sobretot, podria jurar pels profetes que, com totes les bones històries, aquesta és real.


Barcelona, 2006
GARRIDO