15 de juliol, 2008

Vudú

ARTICLE EXTRET DE: http://sepiensa.org.mx/contenidos/s_vudu/vudu_i.htm
ADVERTENCIA AL LECTOR
En este artículo encontrarás una visión panorámica del Vudú como religión popular deHaití. Incluímos un poco de historia así como las principales características de su doctrina,rito y creencias. Nuestra aproximación a este tema se guía, con seriedad y respeto, por elinterés de difundir el conocimiento acerca de una de las manifestaciones culturales de lahumanidad.

VUDÚ, RELIGIÓN POPULAR DE HAITÍ
El Vudú es la religión popular de Haití que mezcla elementos del rito católico, antiguas devociones del Africa occidental, magia y brujería.

De África a América
En el siglo XVI los africanos esclavizados para trabajar en la isla de La Española (ahora Haití y Santo Domingo) no podían profesar su religión tribal libremente, así que comenzaron a disfrazar sus creencias con los ritos católicos que les fueron impuestos, con el fin de seguir ofreciendo devoción y ofrendas a sus divinidades africanas. Así nació el Vudú, como la amalgama entre el rito católico y los elementos religiosos y mágicos africanos. Durante el periodo colonial de Haití el Vudú arraigó entre la población. Tanto, que a la fecha es la religión más popular de Haití. También se encuentran algunas comunidades vudú en el Sureste de Estados Unidos (especialmente Nueva Orleans), creadas a raíz del traslado de esclavos haitianos a las plantaciones.
Doctrina y rito Vudú
El Vudú es una religión que posee su propia tradición oral, doctrina, ritos litúrgicos y de iniciación, ofrendas y sacrificios, así como un cuerpo sacerdotal. Tienen muchas coincidencias con la liturgia católica, pues desde su origen incorporó a su rito crucifijos, imágenes sagradas, cirios, hostias, agua bendita, estampas, así como las frases "amén", "así sea" y "ruega por ellos" a sus oraciones.
El Vudú es una religión monoteísta: cree en un ser absoluto que creó y gobierna los órdenes terrenal y espiritual. Este ser omnipotente es el dios católico. Sin embargo, según la doctrina Vudú, Dios (o Gran Maitre) no interviene en la vida cotidiana de los seres humanos sino que delega esta "interacción" a una serie de espíritus que el Vudú denomina loas. Los loas determinan el curso de la existencia humana, y por ello reciben la adoración de los practicantes del Vudú. De hecho, el eje ritual del Vudú se centra en la devoción a los loas. Esta devoción incluye la creencia y práctica de hechicería y magia.
Para el Vudú, la salvación de las almas no es la meta primordial de la vida del devoto. Más bien prevalece el afán de encontrar con la ayuda de los loas la solución inmediata a problemas cotidianos. El Vudú no propone dogmas tendientes a descifrar los misterios del Universo, ni tiene textos sagrados que contengan una Verdad divina, pero orienta a sus devotos a encontrar un equilibrio entre lo natural y lo sobrenatural, así como entre las fuerzas del bien y del mal en su vida diaria. Al igual que el catolicismo, el Vudú sustenta una moral de amor al prójimo, de ayuda mutua entre semejantes, hacer el bien y evitar el mal.



LOAS

Los loas pueden ser antiguas deidades africanas, ancestros deificados o santos católicos. Éstos pueden ayudar, consolar o bien atormentar a los seres humanos. Los loas tienen actitudes y personalidades humanas: son buenos y compasivos o crueles y malvados. Asimismo, se ríen, se enojan, regañan, se apasionan, odian, aman, comen y beben.
Los loas se vinculan estrechamente con individuos o familias, como ángeles guardianes que ayudan, protegen y guían. La relación entre los fieles del Vudú y los espíritus se basa en la confianza y en el mutuo dar y recibir. Según el Vudú, los loas ayudan a la gente a cambio de ceremonias rituales, ofrendas y sacrificios en su honor. Los compromisos del adepto con el loa son ineludibles, so pena de severos castigos. Los loas se comunican con los individuos a través de sueños o bien se posesionan del cuerpo del devoto -"cabalgando como un caballo"-, el cual entra a un estado de trance y asume las características físicas y psicológicas del loa durante las ceremonias rituales. Así, para el Vudú, la vida de todos los devotos es muy importante, porque cada uno de ellos puede ser el receptáculo de los espíritus y así participar del mundo sobrenatural.
Existen cientos de loas, gobernados por Papa Legba y el Maestro Carrefour. Hay unos más importantes que otros. Tienen nombres como Amelia, Bazo, Danger Mina, Gangan, Ayizan, Zaka, Badé, Simbi, Ogoun y Wangol. Entre los más populares están Baron Samedi, dios de los cementerios y soberano de los muertos; y maestra Erzulie, diosa del amor. Los sacerdotes vudú sostienen que muchos santos crisitanos, como San Juan Bautista, se han unido a las filas de los loas e incluso que los ángeles cristianos (que en vudú se llaman zanges) participan en los rituales vudú. Los zanges y los loas con nombres de santos actúan como mensajeros especiales para pedir la ayuda del dios de los cristianos.
En el Vudú hay varios loas que tienen características equivalentes a las de santos católicos, como Papá Legba con San Pedro, Zaka con San Isidro Labrador, Ogú Shango con San Jorge, Ogú Saint Jean con San Juan Bautista, Captén Zombi (Barón La Croix) con San Francisco de Asís. Papá Legba, por ejemplo, es el guardián de las puertas, recintos y caminos. Es el primer invocado en toda ceremonia porque él abre la "barrera" que permite que las demás entidades espirituales se manifiesten ante los mortales.


HOUNGANS I BOCCOR


Los sacerdotes vudú son conocidos como houngans y los hechiceros o brujos se llaman boccor. Ambos tienen que pasar por un largo periodo de aprendizaje e iniciación totalmente secreto antes de poder realizar los ritos del vudú. Los houngans y los boccor establecen contacto con los espíritus, pero mientras que el houngan sirve a los loas buenos, el boccor se relaciona con los malos para practicar la brujería. Se dice que algunos boccor son tan poderosos que pueden devolver la vida a los muertos, volar por el aire, aparecer en diversas formas y aplicar todos los hechizos y encantamientos corrientes, desde filtros de amor hasta maleficios de muerte. También pueden transformarse en un loup-garou, un mosquito fantasma que chupa la fuerza vital de los niños. Las sacerdotisas mujeres se llaman mambo y actúan como consejeras y curanderas, pero también tienen conocimientos de hechicería y brujería.
En general, los houngan son muy respetados en la sociedad haitiana. En el vudú no existe un sistema jerárquico de sacerdotes por lo que cada houngan administra su comunidad como mejor le parezca.



SACRIFICIOS, MUÑECOS VUDÚ I ZOMBIES

Los cultos rituales del vudú se celebran generalmente en la noche, en los templos llamados hounfor. En algunas ceremonias vudú participan comunidades enteras, para concentrar la fuerza de muchas mentes. En estas ceremonias se tocan tambores vudú (considerados sagrados), se prenden hogueras y se hacen dibujos mágicos (vevé). Además hay danzas, rezos, cantos y sacrificios rituales de animales como cabritos, gallos y, especialmente, gallinas. Por medio de la danza, el canto y los tambores los fieles abren "caminos" hacia los espíritus. Uno de los momentos culminantes de las ceremonias se da cuando se invoca a un loa y éste se encarna en algún devoto a través de una "crisis de posesión". Cuando un fiel está poseído, se le viste con el atuendo especial de la divinidad porque mientras dure la posesión el individuo es el loa mismo. En compañía de los mortales, los loas bailan, hacen piruetas, saltan en el aire, cantan y atienden las demandas de los devotos.
Otro tipo de ceremonias que no son públicas son las relacionadas con la brujería. La brujería Vudú más común se denomina Wanga y la mayoría de los devotos tienen nociones de ésta, pero hay una brujería mortífera y oscura que se llama lampe noire (lámpara negra) que sólo conocen y dominan unos cuantos boccor. Dentro de la tradición de magia negra Vudú hay dos temas que han dado la vuelta al mundo: los muñecos Vudú y los zombies. Los muñecos Vudú sirven como medios para controlar o dañar a las personas. Estos muñecos son diseñados y fabricados por hechiceros que, mediante encantamientos, crean una conexión entre el cuerpo y la voluntad de un individuo y el muñeco. Así cuando se lastima o manipula al muñeco, la víctima sufre dolor físico y su voluntad queda bajo el control del hechicero.
"Matar" a alguien y convertirlo en zombie es la más alta manifestación de brujería Vudú. Los zombies son personas que regresan de la muerte a consecuencia de un encantamiento Vudú y que, como muertos vivientes, pueden ser programados para que trabajen como esclavos, en beneficio de los sacerdotes o hechiceros que los han resucitado. Según la magia Vudú, los zombies sólo aparecen después del anochecer y se mueven con un paso lento y tambaleante. No se puede matar a un zombie, la única manera de eliminarlo es consiguiendo que el muerto viviente toque sal, así se dará cuenta de que está muerto y entonces volverá a su tumba para no levantarse más.

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