25 de març, 2010

El sur (Víctor López)


Las hablas cuerdas del occidental norte dicen que por el sur no corre el tiempo ni el trabajo. El sur es un no, una negación porque ¿qué se puede hacer y esperar de y por un tiempo de cal por el que no pasa nada.? El sur si existiera sería la plenitud de una sonrisa por la superación de la doble moral nórdica de producción industrial y sanitaria sin magia que tanto molesta.
Habría de ser el sur la luz, de un blanco verano de sabiduría sin muebles viejos y barrocos ni nubes, que procurara la felicida a los ancianos. Pero el sur no se llega a arrimar a la ancianidad, ni a las viejas dulletas de ranas rojas que pintan con diafonía sus trinos de algodón y lloro.
El sur no existe para los que se mueven en él. Entre sus calendarios malcontados. Los infelices deben emigrar del sur porque por una solapada razón, no escrita pero con silencio sabida por la voz popular se debe escapar de lo que no existe, de lo que no está ni es. Del desierto de la desaparición. De lo que no es nada porque al contrario que para los místicos poetas vestidos con filosofía teologal de ropa antigua, de pesado lino por el sol y las abstinencias de lluvias, para los pobres vivientes en él, en el sur, el sur sólo son lloros de melenas morenas ensortijadas en la infelicidad.
Quizá el sur es de palabras más limpias y rojas que el norte pero ¿qué son las palabras y los chascarrillos muertos sin sal y vacíos? El sur es mejor que el norte pero no existe.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada