CAMARERO DE METRO Y NADIE (Víctor López)

No soy nadie, soy menos y menor que una sombra de la nada que como camarero sirvo café en una mierda de bar de metro de una estación que nunca se acaba y que nada alumbra. Llego a casa agotado de la manta del trabajo de todo el día y cuando mi mujer gorda y con cara de pan follado se estira en la cama que gime por el peso de su cuerpo veo lo que parece ser mi cara en el espejo del lavabo plañendo que a los cinco minutos me voy a dormir con una cosa que lo llaman y que tampoco es nada. No soy nada soy menos que el cubo de unos gritos silenciosos  de afónica isla muda de brazos, menos que las gafas que he perdido y no tengo y menos que la sombra de un perro. Si al menos mi mujer fuera algo. Soy diestro pero me faltan el pulgar el índice y el corazón de la mano derecha pero hago de camarero en una porquería de chiringo de un bar de metro en el que no soy nadie.