La creació (Víctor López)

Estoy leyendo una lectura muy cinematográfica: la novela “La piedra de Genius”. La empezó a escribir cuando tenía doce años y la ha acabado antes de que pase este año de 2003 en que cumplirá catorce. La novela actual, que posee muchos temas que ella sabe, son susceptibles de ser ampliados y está magníficamente construida. Tiene 125 páginas (…) Me está sorprendiendo. Tiene una exuberante imaginación en los nombres, las situaciones y en definitiva con alejarse y acercarse al Señor de los Anillos. Es sorprendente la madera y el talento por explotar que tiene (…). Es un manga, lectura habitual en ella, pasado a la literatura sin que los guionistas japoneses lo sepan, con un control narrativo constante que con mis sugerencias espero no romper (…). Espero saber retenerme en mis anotaciones porque es una obra muy sugerente y limpia aunque use palabras vulgares. Le debo seguir dejando literatura para que se nutra con palabras que desconoce (…) Con la piedra de Xènius sé por qué dibuja tan bien y visualiza acciones, secuencias, movimientos. Es todo un urbanismo de sana modernidad.. (…) Nuestros hijos no tienen tiempo que perder y malgastar en verbalizaciones y filosofías que se deshacen en teología muerta, son un futuro con estrellas que pueden retardar el ritmo de una narración pero siempre con una finalidad. Son sin que ellos lo sepan pero lo llevan en el corazón un paso adelante. Sigo leyendo (…) Es una novela de viajes y misterio. La búsqueda de la Piedra pero con dos fundamentales personajes que se curvan para destacar que ahí viene una original historia de amor.

Desde luego no es la historia de un carácter maduro pero también puedo decir que para ser una obra de una niña de doce años, escrita en un año, y que entre La Guerra de las galaxias y El señor de los anillos coloca una dura historia de amor bien llevada es valiente y no está nada mal.

Ahora viene lo más importante, veremos si el final me emociona, porque una novela es importante, alerta que no digo buena, tanto por la arquitectura que sostiene como por la sana sensibilidad que posee y eso desde luego a La piedra de Genius no le falta.

La meva filla Marina ha començat a escriure molt abans que jo. No és una agradable sorpresa li ha picat el foradet de l’art malahuradament abans d’hora. Jo a la seva edat  potser  per ser mascle i feliç en lo possible que era ben poc, no disposava de llibres. Els meus cómics eren molt diferents del Manga que llegeix ella. Eren TBOs de Pulgarcito, Jabato, DDT, Capitán Trueno, Mortadelo que ara quan he llegit El dia que va morir Marilin de Terenci Moix m’han entrat ganes d’haver-los guardat. Ma mare m’els comprava a la plaça quan queia malalt amb febre i em deixava sol a casa. Malaguanyats tebeos que són a la bassa.

Jo sols tenia un llibre que es el primer que vaig tenir que era La vida del buscón de Quevedo i que vaig llegir sempre de tiró. Vaig tenir pocs llibres a diferència de Marina i també a diferència d’ella mai em va entrar el cuquet de fer art. Han passat els anys i la vida dels adolescents ha canviat molt. Jo sols volia anar amb nenes i tocar el màxim de pit i cuixa possible. Una manera de superar l’esperit de repressió que el país vivia. Ara viuen en una Barcelona de quien esté libre de pecado que tire la primera piedra i els seus pensaments sexuals són menys llibertaris perquè no els cal viure de pensament.

Els postres adolescents no han conegut el carrer Robadors (…) sols coneixen la maleïda competitivitat ferotge i salvatge i no els racons de silenci que fan que es pugui pensar no sols ràpid però sí millor, estès per la paciència no sols en els quartos que ens afecten cada dia sino en la moral i la ètica que mai resoldrem. Això és la creativitat actual el caminar més ràpid que l’altre i vendre més. Això és la creativitat actual que es desfà i dissol en menjar ràpid.. No esverats en vendre bo i millor i ara amb el professor d’harmònica començo a entendre les partitures, llegir-les bé per poder-les interpretar com déu mana. Cristina les ha sentit i me les ha aprovat. Ho agraeixo i veig amb ulls astorats lo difícil que és composar simfonies, concerts, quartets, quintets i tota mena de composicions i és que el llenguatge de la música és sobrenatural. El llenguatge conceptual, universal que ara amb el Ramon em va entrant. Els contratemps les amenaçes, les ruptures, les anacruses, els acords e tot se’m fa clar com l’aigua fresca i neta, tant diferent de la soledat que la trobo un encontre amb el no res, un buit (horrendo).

Las jaquecas vespertinas no me abandonan y  son como los martillos de Nietzsche que descalabran hasta lo más hondo de mi ser, y mi ser se cansa mojado con locura y abuso de trallas cuyo destino, la cabeza, no tiene fin ni descanso. Es una tortura que parece inevitable como la muerte que plácida espero me sobrevenga algún día. Sé que vivir es duro y sé también hay gente que le arroja felicidad y que es capaz hasta de transformarla en arte pero ¿cómo puedo conseguir eso cuando el agua moja el suelo de mi piso?. Y es que sigo cansado y náufrago sin rebeldía que me viva ni refranero que me sustente. ¿Por qué tan míos los problemas de los demás?. Y sigo pensando con los estructuralistas que la literatura, si debe ser arte con sus ets y uts, con mayúsculas, debe desfamiliarizar la enorme vulgaridad que llevamos impregnada. Tener una perspectiva especial de las cosas, los fenómenos, los temas, los argumentos los sentimientos. Y no quiero enterrar a Nietzsche y no deseo enterrar a ningún maestro que con pasión he leído y tantas armas me han dado hasta acabar agotado de tanto leer y por la lesión cerebral que he recibido del poco vivir.

 Náufrago. Es hasta lo más sencillo que Octavio puede llegar a ser. Es por la mañana y ha pasado una mala noche y ahora está pasando una mala mañana o una mala mañana está pasando sobre él porque las jaquecas no se acaban y son como las libretas de la vía que se escriben una detrás de otra pero siempre hay una nueva por empezar y seguir y leer y respirar. No hay vacaciones para la jaqueca.

Ya no toma cafés, nada de alcohol bebe, ¿Qué más quieren los diablos de su cabeza?. ¿Qué bondad más quieren recibir?